Publicado en AraInfo. Diario Libre dÁragón, el 8 de febrero de 2021.
La Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, tras la ya conocida votación, previa solicitud con posterior interposición de recurso Contencioso-Administrativo ante el TSJM por parte de ASCEL (Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico) propone incluir a todas las poblaciones de lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.
La votación ha resultado favorable para el lobo, aunque muy ajustada, no ha sido así para la tórtola europea, especie que ha experimentado un declive poblacional del 32% (SEO/BirdLife), que contaba, al igual que el lobo, con el dictamen favorable del Comité Científico del Ministerio para entrar a formar parte del Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, en el caso de la tórtola, en la categoría de Vulnerable, en el caso del lobo Listado de Especies en Régimen de Protección Especial.
En el caso de la tórtola europea, existe un proceso de infracción de la Comisión Europea contra España, por no proteger adecuadamente a la especie, pese a ello, han prevalecido las presiones de los lobbies que defienden intereses sectoriales y las argumentaciones pseudo-ideológicas, sobre las científicas, desbaratando la proposición de catalogación de la especie y exponiendo a la ciudadanía española a sufragar solidariamente el importe de la multa, que amenaza con ser millonaria, por no cumplir con la legislación vigente, en favor de intereses económicos minoritarios que no se harán cargo del importe de la denuncia.
La decisión de posicionarse en contra de la protección del lobo, mantenida por las Comunidades Autónomas que han generado el actual despropósito de la gestión del lobo en España, no está ayudando en nada a resolver los conflictos que ellas mismas han creado.
Tanto en el caso del lobo, como en el de la tórtola europea, los responsables políticos y técnicos no deberían posicionarse en contra de la catalogación de especies amenazadas basándose en apreciaciones subjetivas, opiniones o por que haya más o menos grupos de presión interesados en su explotación cinegética.
Es la comunidad científica la que debe aportar, más allá de meras opiniones, datos objetivos que permitan conocer el estado de las poblaciones de lobo y tórtola europea, así como su tendencia, amenazas y evolución.
Y desde este análisis científico, no parece que haya datos para oponerse a la protección del lobo y la tórtola europea.
Dado que el actual modelo de gestión del lobo ha resultado ser un fracaso estrepitoso, perseverar en mantenerlo, rechazando la inclusión del lobo en el (LESPRE), perjudicara al medio rural y supondrá un gravísimo problema de gestión a nivel nacional.
Sorprendentemente y sin ningún criterio que tenga que ver con la conservación o la gestión eficiente basada en la mejor información científica disponible, se afirma que el área de distribución y número de ejemplares han aumentado de forma muy importante en los últimos 20 años y que su fuerte incremento amenaza la viabilidad de la ganadería extensiva (El número de lobos no está directamente relacionado con el volumen de daños, la ausencia de
medidas preventivas eficaces sí)
Están obviando que el área natural de distribución de la especie en nuestro país abarca toda la Península Ibérica y que la subpoblación ibérica de lobos, remanente de una población europea mayor, ha permanecido aislada del resto de Europa durante décadas, lo que pone en riesgo su conservación a largo plazo, siendo precisamente la gestión que llevan realizando las CCAA que se oponen a la catalogación la que está impidiendo que la subpoblación ibérica de lobos entre en contacto con otras subpoblaciones europeas como la franco-italiana, que ya está presente en la Península y de forma permanente, en Aragón y Cataluña, comunidades autónomas donde los lobos de la Península Ibérica no ha sido capaces de establecerse pese a ser limítrofes, en el caso de Aragón, con CCAA que mantienen poblaciones de la especie.
Recordemos que los dos únicos conteos nacionales de lobo que se han realizado en nuestro país, por el ICONA (1986-1988) y el MITECO (2012-2014) respectivamente, han detectado un estancamiento de la recuperación de la especie y una ligera pérdida de superficie en el área de distribución.
El lobo, acantonado en el cuadrante noroccidental, es incapaz de asentarse en Soria, en Guadalajara, País Vasco, Aragón...debido a la nefasta gestión de nuestros representantes públicos.
Mientras tanto, en países de nuestro entorno inmediato, como Francia, Italia (ya tiene más lobos que España), Alemania...donde el lobo ha estado protegido, la especie se está recuperando.
Con la inclusión del lobo en el LESPRE se pretende dotar a las administraciones de un escenario legal homogéneo para facilitar la gestión y conservación de la especie y poder asegurar la coexistencia con determinadas actividades económicas que se desarrollan en el área de distribución del lobo.
Oponerse a la catalogación del lobo, sin fundamento técnico ni científico, priorizando los controles letales y la explotación cinegética de la especie, es un grave error, que generara, como ha venido generando hasta ahora el actual modelo de gestión del lobo, graves
conflictos.
Practicando una política de imposición al margen del conocimiento científico y del interés general de los ciudadanos, se han estado tomando decisiones sin tener en cuenta el futuro de cientos de familias, que se han visto privadas de las herramientas necesarias, del apoyo y asesoramiento de las administraciones, que estaban más ocupadas en diseñar cupos de extracción de lobos, que en solucionar los conflictos generados por su propia ineptitud.
Ahora, los consejeros de las comunidades autónomas contrarias a la inclusión del lobo en Listado (LESPRE) tienen la intención de invertir tiempo, recursos y dinero público, obligando a sus servicios jurídicos (pagados por todos) a recurrir la catalogación del lobo, extrayendo de las cuentas públicas recursos financieros que podrían servir para articular medidas eficaces de coexistencia y prevención de daños, que generarían empleo y riqueza en el medio rural.
Políticos movilizando recursos públicos en favor de la explotación cinegética de una especie de Interés Comunitario, el lobo, parece que ciertos lobbies poseen una gran influencia en las administraciones públicas.
Las subpoblaciones meridionales de lobos, aisladas entre sí, resultado de un proceso de fragmentación de la población europea de lobos, han logrado sobrevivirnos durante siglos de persecución.
A medio plazo, la supervivencia de los lobos de la Península Ibérica, genéticamente, va a depender de su reencuentro con los lobos que provienen de la población francoitaliana y que ya están en la Península Ibérica.
Aragón está llamado a ser el territorio donde ese reencuentro se produzca, dos subpoblaciones europeas de lobos, que se distribuyen por varios países miembros de la UE y cuya unión depende de la responsabilidad de nuestra administración autonómica.
El reto es formidable y la responsabilidad que debemos asumir, inmensa.
Europa nos está mirando.