Valverde (1971). José Antonio Valverde Gómez, Biólogo español (1926-2003) propone un área de distribución, para mediados del siglo XIX, a partir del Diccionario Madoz (1845-1850), en la que el lobo ocupa la totalidad de España a excepción de una línea costera en Cataluña.
(Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar Pascual Madoz)
El lobo en España en el periodo 1855-59.
FUENTE: M. Rico y J. P. Torrente (caza y rarificación del lobo en España, Galemys nº12 especial, 2000)
El mapa representa la distribución estimada a partir de estadísticas de caza y de bibliografía. No se consideran los datos de la distribución del lobo en Portugal
M. Rico y J. P. Torrente (caza y rarificación del lobo en España, Galemys nº12 especial, 2000) utilizan tres fuentes impresas y manuscritas:
1º Estadísticas provinciales de extinción de animales dañinos durante el quinquenio 1855-59.
2º Tablas de control de animales dañinos del periodo 1953-1961 (Dirección General de Montes, caza y pesca fluvial 1962)
3º Relación de lobos homologados, hasta el 24 de septiembre de 1997 por la Junta Nacional de Homologación de Trofeos de caza (Madrid, Archivo de la Dirección General de Conservación de la Naturaleza).
En el caso de la relación de lobos homologados, se asume que no es total de lobos muertos, sin embargo, al igual que sucede con las tablas de control de animales dañinos, sin embargo, los datos aportados tienen alto grado de fiabilidad, superior en el caso de la Junta Nacional de Homologación de Trofeos de Caza.
Respecto a las Estadísticas provinciales de extinción de animales dañinos, quinquenio 1855-59:
Los datos provienen de un interés, por parte del Gobierno Central (finales de la década de 1.850) de conocer la situación de los denominados animales "dañinos" en el país.
Con este propósito el Ministerio de Fomento, a través de la Dirección General de Agricultura, Industria y Comercio remitió a las Juntas Provinciales de Agricultura una consulta sobre la situación y tendencia observada de las poblaciones de los referidos animales.
El resultado de la encuesta fue desigual e incompleto, ocho provincias no contestaron y nueve no aportaron datos, solo observaciones sobre el estado y tendencia de las poblaciones.
LOBOS CAPTURADOS POR PROVINCIA EN EL PERIODO 1855-1859 SEGÚN ESTADISTICAS PROVINCIALES.
COLOR BLANCO: Provincias que no contestaron.
(s.d.): No aportan datos de capturas, si apreciaciones cualitativas sobre el estado de las poblaciones y sus tendencias.
COLOR ROJO: Tendencia regresiva del lobo, según encuesta de archivo.
COLOR AMARILLO: Situación de estabilidad, según encuesta de archivo.
COLOR VERDE: Aumento de la población, según encuesta de archivo.
RELACIÓN A ESCALA PROVINCIAL DE LOBOS CAPTURADOS Y ESTIMADOS (PERIODO 1855-1859)
En este trabajo, Caza y rarificación del lobo en España, se propone que a mediados del siglo XIX el área con presencia de la especie, lobo, ocuparía aproximadamente 450.000 km cuadrados y su población rondaría los 9.000 ejemplares (tras los partos), aplicando la densidad media propuesta por investigadores actuales, en poblaciones actuales de lobos que es de 2.0 ejemplares por cada 100km cuadrados (Blanco et al. 1990), calculo probablemente optimista y difícil de extrapolar al contexto de poblaciones del siglo XIX.
La tasa de extracción- capturas pudo fluctuar entre el 30-34%, en algunos casos acercándose al 40%, de la población total estimada, según los autores.
Partiendo del estudio de los parámetros demográficos de poblaciones de lobos, se han elaborado modelos de tendencias poblacionales, en función de su tasa de mortalidad, Fuller (1995), situó en un 0,35% la mortalidad anual post-infantil que podría soportar una población de lobos para mantenerse estable.
Por encima de esos valores se considera que las poblaciones o parte de ellas decrecen, pudiendo actuar como sumideros de partes de la población más productivas o influenciadas por tasas de mortalidad más bajas.
En poblaciones aisladas, es probable que la tasa de mortalidad que una población pueda soportar sea menor.
Si esta mortalidad está dirigida a ejemplares adultos reproductores, el umbral posiblemente se reduzca, aun asumiendo una alta natalidad y un elevado éxito en la reproducción, en especial en poblaciones cuya viabilidad esta también condicionada por fragmentación y aislamiento.
Comienza el siglo XX y tomamos como referencia la obra de Ángel Cabrera Latorre (1879-1960) zoólogo y paleontólogo español, posteriormente nacionalizado argentino, que en 1914 publicó la obra: FAUNA IBÉRICA.
La distribución geográfica del lobo en España comprende los distritos pirenaico, cantábrico, central, lusitano, bético y las zonas montañosas del distrito orospedano, es decir, toda la Península excepto el litoral mediterráneo.
Añade: "En casi todas las montañas del norte y centro de España abundan todavía los lobos".
FUENTE: Fauna Ibérica (Mamíferos) 1914. Ángel Cabrera. Junta para la ampliación de estudios e investigaciones científicas. MUSEO NACIONAL DE CIENCIAS NATURALES.
En España se han realizado dos “Estudios Nacionales” para conocer la situación del lobo, ambos impulsados y coordinados por la administración central (ICONA Y MAPAMA).
En 1987 el antiguo ICONA propuso llevar a cabo un estudio sobre la situación del lobo a escala nacional, el trabajo se realizó entre los años de 1987 y 1988, aunque en Asturias un estudio regional, cuyos resultados fueron incorporados al estudio nacional, ya había comenzado en 1986.
Este estudio nacional propone un área de distribución de la especie de aproximadamente 100.000 km cuadrados, que debía incluir una subpoblación situada en el cuadrante noroccidental del país y dos núcleos residuales o subpoblaciones, localizados en la mitad sur del país en Extremadura y Sierra Morena.
Se estimó la presencia de 300 grupos reproductores en el país, de donde se dedujo, que la población total del país podría oscilar entre los 1500 y 2000 ejemplares.
La población noroccidental mostraba una tendencia positiva, mientras que la tendencia de los dos núcleos aislados de la mitad sur era regresiva.
Asumiendo el área con presencia de la especie que se propone en el primer estudio nacional de la situación del lobo, la especie ocupa 100.000 km cuadrados, el 19´76 de la superficie del país, muy lejos, desde luego, de los 450.000 km cuadrados propuestos para la población española de lobos por M. Rico y J.P. Torrente, a mediados del siglo XIX, momento histórico en que se aceleró el proceso de rarefacción de la población ibérica de lobos.
Una tendencia positiva (depende con qué periodo se compare) en la población NW ibérica, no implica necesariamente que el estado de conservación a escala geográfica (Península Ibérica) sea favorable, teniendo en cuenta que existen una gran cantidad de áreas potencialmente adecuadas para el lobo, que permanecen desocupadas y el área de distribución de la especie, desde mediados del siglo XIX, se ha visto reducida, probablemente en más del 70% (78%).
Entre 2012 y 2014 se realizó el “segundo estudio nacional” de lobos en España, en el que se estimó la presencia de 297 grupos de lobos distribuidos por 91.620 km2.
Entre los dos censos nacionales pasan 26 años, el número de grupos aumenta en 3 y el área de distribución se retrae 8.000 km2, desaparece la población de Extremadura y no se logran encontrar grupos reproductores en Sierra Morena.
En el “Estudio Nacional” del lobo en España de 2013-2014, se obtuvieron las siguientes conclusiones:
POBLACIÓN NW (Sur del Duero):
Se constata la expansión de la especie, en algunas zonas, al sur del Duero; Sistema Central, Ávila, Segovia, Guadalajara (inestabilidad en el área ocupada) y Madrid. En Salamanca se observa descenso.
NUCLEO DE EXTREMADURA:
Se documenta su extinción en los primeros años de la década de los 90 del siglo XX.
POBLACIÓN NW (Norte del Duero):
Estabilidad en Zamora, Palencia y León, incremento en Asturias y Cantabria y descenso en Galicia, Burgos, en el País Vasco se produce una recolonización de hasta 4 grupos reproductores con presencia en la CCAA, pero fracasa, Soria y La Rioja se mantienen como borde del área de distribución de la especie desde los años 90.
Regresión en el este de su área de distribución (noreste) y zonas de llanura de la submeseta norte.
POBLACION SIERRA MORENA:
Se constata la presencia de la especie, aunque no es posible confirmar la reproducción, ni asignar grupo reproductor alguno.